Ampliación Colegio de Arquitectos de Córdoba (2007)
La propuesta parte de la idea de que para tomar en consideración o apreciar una edificación y su contexto social y cultural, como es el Colegio de Arquitectos de Córdoba, es necesaria una estructura de intermediación que haga visible el conjunto de relaciones, afectos, implicaciones, sensibilidades, que no son evidentes cuando la edificación es considerada como un objeto aislado. La ampliación, por tanto, trata de construir esta estructura de intermediación. De este modo, las transparencias y reflexiones que genera la geometría de la ampliación funcionan como un sistema de espejos retrovisores, que trata de eliminar los ángulos muertos de la arquitectura preexistente.Para alcanzar mayor profundidad en los temas más relevantes de este sistema de relaciones arquitectura/sociedad/cultura, la propuesta propone cinco líneas de actuación:
1. Consolidación Urbana. Ampliar hasta conseguir la densidad y escala de la fábrica existente. Para ello, el edificio construye una gran visera habitable sobre el edificio original, adquiriendo el volumen general de edificación de la avenida del Gran Capitán. Esta ampliación física considera no solo el volumen edificado, sino también una ampliación del jardín, que se extiende saltando sobre la cubierta del edificio existente. Con esta primera ampliación física el edificio queda integrado formalmente en la ciudad.
2. Transparencia Institucional. El Colegio sirve al colectivo común de los colegiados. La transparencia empírica en sus funciones principales, como la caja-contabilidad o la actividad de su directiva, debe ser un referente de credibilidad y garantía para este colectivo de libre asociación. Es por ello que los espacios donde se ubiquen estas funciones deben de poder ser observados por todos los colegiados, e incluso por los ciudadanos de Córdoba, en cuanto que la actividad del colegio influye en el ambiente construido común a todos ellos.
3. Conectividad y Accesibilidad. Conexión visual y física entre los lugares de tránsito y estancias comunes con el fin de estrechar, a través de medios expresivos arquitectónicos, las relaciones entre los colegiados. El diseño del edificio contará por tanto con numerosos espacios de carácter semipúblico en el que los colegiados se puedan encontrar, charlar, intercambiar expresiones, y que tendrán como referente restaurante-cafetería y el jardínzona de exposiciones.
4. Conciencia Socio-Cultural. El colegio de arquitectos debe ser un ejemplo de consolidación de una conciencia socio-cultural urbana. Esto no sólo se manifiesta a través de un sistema de programas novedosos para un colegio de arquitectos, y que facilitan la integración de sus miembros, las aulas de formación, la cafetería-restaurante, la fácil
accesibilidad para el gran público, sino que se expresa también arquitectónicamente a través de núcleo simbólico donde se representan los compromisos adquiridos por el colectivo de los arquitectos en materia social, de sostenibilidad ambiental y promoción cultural.
5. Flexibilidad y Adaptabilidad. Sistema de oficinas en planta abierta completamente modulado, capaz de asimilar los cambios en las funciones y servicios que ofrece el colegio. Este sistema de mamparas móviles y suelo técnico, que no hubiera sido posible desarrollar ni en el edificio original ni en la parte de la ampliación adosada a este (demasiado estrecha), se plantea para los 700 m2 de oficinas que se albergan en la visera.